LOS ANGELES DE NUESTRA HISTORIA

Los ángeles han sido representados tradicionalmente en la pintura, y son representados como seres alados. Adaptados de la imagen de eros, sin embargo pueden ser espíritus invisibles o incluso como rayos de luz. Que pueden aparecer en la tierra en diferentes formas no solo como seres humanos sino como animales o incluso objetos. En las pinturas se visualizan como místicos, aparecen con alas que le dan, movimiento tenue o enérgico. En el pensamiento hebreo tradicional se asumía que los ángeles tenían la forma de varones humanos, por lo que podían ser confundidos con hombres. Generalmente, la angelología judeocristiana divide a los ángeles en tres jerarquías, cada una de ellas integrada por tres coros. La primera jerarquía incluye a los coros de serafines, querubines y tronos; la segunda, a los coros de dominaciones, potestades y virtudes; la tercera, a los coros de principados, arcángeles y ángeles propiamente dichos.
Personalmente, los ángeles han pertenecido en todo, nuestro tiempo, creemos que están en todos los lugares en donde estamos o sencillamente donde nos dirigimos. Podemos creer que ellos forman parte de nuestra vida, aunque, sin verlos, ni sentirlos tenemos la noción que son aquellos seres que nos protege, que son enviados de un ser que es supremo, independientemente de la religión a que se pertenezca. Sin embargo, los ángeles en algunas literaturas no son solo esos seres aformos que se nos fue designado, sino que también se representan en personas, ya que, en alguna circunstancia brinda una ayuda inesperada, pero que se necesitaba con suma urgencia.